jueves, 7 de noviembre de 2013

Audacia, más audacia, siempre audacia.


Audacia, más audacia, siempre audacia
            Cuando va a empezar nuestra Conferencia Política quiero expresar telegráficamente una reflexión, fruto de una preocupación.
Aunque deseo equivocarme, tengo la duda de que nuestro Partido, cuya organización, me temo, tiene más de feudal que de federal, sea capaz de renovarse desde dentro lo suficiente como para emitir hacia fuera la energía, la ilusión y la esperanza que necesita el mundo en el que nos toca vivir.
Escucho las últimas declaraciones de nuestros dirigentes y veo un temor a soltarse para dar el salto imprescindible hacia el futuro, así como la tentación de lo que llamamos “el aparato” de querer tener bien controlado el proceso.
A los que ocupan un sillón se les nota que por encima de todo no quieren perderlo, y  los que están impacientes por desalojarlos muestran una excesiva prudencia a la hora de atreverse a anunciarlo claramente.
Ambos pecan de falta de imprudencia ( o de exceso de prudencia, que es lo mismo).
“¡Audacia, más audacia, siempre audacia!”, decía Danton en momentos muy difíciles de la Revolución francesa.
Eso digo yo también, y eso me gustaría ver en mi Partido: AUDACIA.
Antoine candelas.