jueves, 26 de abril de 2012

Un respeto al elector

Un programa electoral es un contrato y como todo contrato, si una de las partes lo incumple, la otra tiene el deber de denunciarlo, el derecho de considerarlo como nulo y de actuar en consecuencia con los medios que la ley pone a su alcance: huelga, manifestaciones, desobediencia civil, objeción de conciencia, etc...todo tipo de acciones para llamar la atención sobre la anómala situación. Decir: "Puedo hacer eso porque el pueblo me ha dado su confianza para ello es sencillamente un engaño y una estafa". Un gobierno que incumple su programa electoral de forma tan evidente (por las razones que sean) debería estar obligado a dimitir inmediatamente y convocar nuevas elecciones para exponer su nuevo programa y comprobar que sigue teniendo la confianza de sus electores. Eso mejoraría mucho la democracia.